miércoles, 4 de febrero de 2009

Ruta Valle de Jálama

  Cilleros, San Martín de Trevejo, Eljas, Valverde del Fresno y Villamiel, y una pedanía, Trevejo.
  Jálama pico de 1492 m
  La comarca Sierra de Gata está situada al noroeste de la provincia de Cáceres, limita al norte con Salamanca y al oeste con Portugal.



 O Val de Xálima la componen estos 5 pueblos; Cilleros, San Martín de Trevejo, Eljas, Valverde del Fresno y Villamiel, y una pedanía; Trevejo.
 Nosotros hicimos una ruta abreviada para el fin de semana y nos saltamos Cilleros voluntariamente (nos gustará incluirlo en otra ruta de fin de semana a esta comarca, será en otra ocasión, y con otro tiempo) y Eljas, el domingo, porque nos dio miedo la nevada y salimos pitando. “Por San Blas, la cigüeña verás y si no la vieres, año de nieves”.
 Visitamos la comarca en vísperas de Las Candelas, fiesta local de Valverde del Fresno.
Os ofrezco aquí el enlace a un video de Canal Extremadura de 24 minutos de duración bastante bueno sobre esta Comarca. Extremadura desde el aire:
  A Fala
  Eljas, Valverde del Fresno y San Martín de Trevejo, en el valle del Jálama, ocupan la zona mas occidental de la comarca y mantienen su propio lenguaje, A Fala, proveniente quizás de los repobladores gallegos, o asturesleoneses o de lo que hoy denominamos Portuñol, lengua Hispano Portuguesa de muchos años de comercio, guerras, bodas, amigos y contrabando en la Raia. En todo caso una peculiaridad de esta comarca que la singulariza y une a sus pobladores.
 Gentilicios: San Martín de Trevejo (mañegu), Eljas (lagarteiru) y Valverde del Fresno (valverdeiru).


 Historia
  
Comarca habitada por los Vetones que junto a los Lusitanos hostigaron y pusieron en jaque a los romanos con la Sierra de la Estrella de escenario; romanos, visigodos, musulmanes, y tras su reconquista primero por Fernando II de León en el siglo XII y después por Alfonso IX, fue confiada por la realeza a las Ordenes Militares para su defensa. Sufrió constantes luchas contra los musulmanes, contra los portugueses y tras su asentamiento y desarrollo, luchas intestinas entre Ordenes, Comendadores, Monarquía, bandoleros….. 
 En el siglo XX y como consecuencia de la guerra civil, en los primeros años de la posguerra, marcados por la miseria, se fomentó el estraperlo con los portugueses como en muchos lugares de la Raia.
 Con la Segunda Guerra Mundial las minas de wólfram y estaño que salpican los montes rayanos, favorecen la venta y contrabando de mineral; pasada la fiebre del mineral, la ganadería, la miel y el olivar son la fuente de subsistencia junto con el contrabando.  
Los portugueses pierden las colonias, se empobrecen y despueblan las fregresias rayanas, los esfuerzos inversores del Estado se concentran en otras regiones de España y la Comarca como toda la Raia se sume en el olvido, la pobreza, en el aislamiento (el acceder a estas poblaciones por carretera era un verdadero peligro) que inciden en la Raia y ve como emigran sus habitantes a otras regiones.
 Gastronomía 
Destacan el Gazpacho de poleo, el cabrito, el aceite con denominación de origen, quesos, polen, miel de brezo, de tomillo, moho de bacalao, patatas con berzas, pibitas con berzas, sopas de tomate, esparragau, dulces y un vino de pitarra de la cosecha familiar, de muy buena aceptación en toda la provincia de Cáceres, pero que no ha sabido adaptarse a los tiempos, a los gustos y a la producción de hoy día. Una esperanza, la Cooperativa Vinos Sierra de Gata. Déjate sorprender y aconsejar en cada lugar, la hospitalidad de los lugareños te orientará a los buenos productos de la comarca. 
 La Ruta
 Valverde del Fresno 
Iniciamos la ruta, la tarde del viernes, en la localidad de Valverde del Fresno, pueblo fronterizo y antigua ruta de contrabandistas. Se sitúa en el extremo más occidental de Sierra de Gata.
 Sus viviendas también participan de las características comunes de toda la zona: fachadas alzadas de sillería, construidas en sus pisos superiores de adobe o ladrillo entramado con madera y en la planta baja de mampostería granítica reforzada con sillería. Quizás sea el pueblo de mayor tamaño, pero el que menos conserva la arquitectura popular propia de la comarca, de los que visitamos.
  Destaca el Palacio de los Frades, obra del siglo XVIII y que presenta es su portada principal el escudo de los Duques de Medinacelli.
  El Rollo o Picota, data de finales del siglo XV o principios del XVI.
 La inacabada iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, está levantada con mampostería y reforzada con sillería. Intervino en estas obras el arquitecto Pedro de Ybarra, maestro mayor de la Orden de Alcántara.

 En el interior, el retablo mayor (S, XVIII) de estilo clasicista cobija obras escultóricas y pictóricas. Fueron contratados para esta empresa el ensamblador Antonio González Ramiro y el escultor Diego de Salcedo, ambos salmantinos. Otros retablos decoran los muros de la iglesia.


  
A las afueras del pueblo se encuentra la ermita del Espíritu  Santo (S XV - XVI). La ermita del Humilladero, presenta una bella bóveda de crucería, probablemente construida por Sancho de Ortiz. Guarda un retablo del Santo Cristo del Humilladero, un Nazareno y la Dolorosa.

 A Velha Fabrica
  A la entrada del pueblo, a la derecha, sale una calle (frente a la gasolinera) primero asfaltada y luego de tierra que lleva a un hotel rural que dispone también de apartamentos rurales.
  Conserva la chimenea original, rampa de descarga, bascula, y entre otras cosas altas columnas de granito que dan carácter y condicionan la estructura del edificio con techos muy altos.


  Posee un salón social-bar con chimenea y comedor adjunto también con chimenea.
 Unas 12 habitaciones cuya distribución   dispone salón y cuarto de baño en la primera planta desde la que parten unas escaleras hacia el dormitorio (Salvo en una habitación para minusválidos). Bonito pero, para los que se levantan por la noche, un poco incomodo.
 El ambiente es cálido y agradable, la decoración mezcla ambientes con gusto con algunos detalles que no son de nuestro gusto (para gustos se hicieron los colores). 
 Una muy extensa y cuidada terraza con piscina y unas vistas de la sierra para gozar de la naturaleza, paz y tranquilidad.
 El desayuno, zumo de naranja recién exprimido (no recuerdo otro mejor, repetí), café y tostadas con tomate y jamón. No cenamos en el restaurante así que no puedo dar referencias.
 Todo el personal que nos ha atendido ha sido mas que cordial en todo momento. Información turística de toda la zona, excelente. 
 Café Bar Inocencio
 Lo descubrimos gracias a la amabilidad de una paisana (Todas las personas que hemos encontrado en la comarca han sido encantadoras).
 Cocina abierta toda la tarde.
 Tortilla de patatas (pequeña pero exquisita) a las seis de la tarde, con opción a salsa brava, con cuatro cervezas, 5,30 €. Amabilidad y buen servicio.
 Tienen una carta extensa (los fines de semana según nos dice la amable camarera) de raciones de elaboración casera, muy ricas, pequeñas pero a muy buen precio. 
Podemos destacar sobre todo las chuletitas de cordero recental y las croquetas variadas (pedir de bacalao y boletus).
 Bacalao dorado, chipirones, lengua en salsa, callos, langostinos, buey de mar, mariscada (de encargo), para el que se extrañe de encontrar marisco en esta zona, contarles que hace años se encontraba tabaco de contrabando y marisco procedente de Portugal cuando en las ciudades extremeñas era difícil de encontrar.
 Postres caseros, mus de cuajada con frutos secos.
 Villamiel
 Es el pueblo de mayor altitud de la comarca (733 m.), emplazado en un quebrado valle al Suroeste de la Sierra de Jálama.
 Importantes son los vestigios romanos que se han descubierto en la zona, epígrafes, estelas funerarias o el ara votiva dedicada al Dios Salamati. 


Villamiel toma carácter durante el siglo XIII al amparo de la encomienda del castillo de Trevejo.


 Pasear entre sus calles, descubrir rincones y recovecos, portadas y escudos, el encanto popular y casas nobles como el Palacio del Deán José de Jerez del siglo XVII.
 Bar Vettones, vino de pitarra si no conduces y buenas raciones.
 Es un placer entrar en un pequeño comercio, en una panaderia y además de comprar productos autóctonos, charlar con las dependientas, con la muchacha, con la señora mayor, con sus gentes amables y sencillas.


 La iglesia de Santa María Magdalena  S. XVI. Son curiosas las inscripciones, sentencias o refranes que se pueden leer en uno de los muros laterales del exterior.  ¿Podriamos decir que son grafitis del siglo XVI ?.
La torre está rematada con una espadaña de cantería. No pudimos visitar su interior.


 Como ermitas destacar la de la Piedad, antes era la de San Sebastián y la de la Soledad.
 Se nos aconsejó visitar la plaza de toros, pero será en otra ocasión.
 Trevejo
 Desde Villamiel vamos a Trevejo, pedanía  de Villamiel, declarada Conjunto de Interés Histórico Artístico, y ubicada en una estratégica colina en forma de peninsula que controla el valle. Como aldea nació sobre el siglo XII a la sombra del castillo.


 El castillo está enclavado en lo alto de la aldea y lo más destacado es la Torre del Homenaje, que  es lo que prácticamente se mantiene en la actualidad y el escudo que hay en la puerta de acceso perteneciente al comendador Juan Piñeiro (1492-1520).
 Tumbas antropomorfas situadas muy cerca del castillo y al lado de la iglesia de San Juan Bautista situada al pie del castillo, pertenecen a la época medieval S XVI. Destaca la Torre-espadaña levantada sobre un antiguo torreón, que aún conserva el escudo, probablemente de uno de los comendadores de la fortaleza.




 Llega el viajero en busca de los restos de un castillo de origen musulmán con aportaciones de las Ordenes Militares, destruido por los franceses en la Guerra de la Independencia y encuentra un pueblo de cuento de hadas, donde no se sabe donde empiezan las piedras del terreno, donde terminan las piedras de las calles y donde empiezan las piedras de las paredes de las casas. Donde se domina el valle y se siente la historia.
 San Martín de Trevejo
 Antes llamada San Martín de los Vinos, está declarada Conjunto de Interés Histórico Artístico, caracterizada por la mas que aceptable conservación de la arquitectura popular y por la que siempre corre agua  “las regateras”.
 Son características las vivienda de 2-3 alturas que muestran la arquitectura popular: la planta baja o bodega, la intermedia para vivienda y en la parte de arriba, el almacén o secadero; casas de característico entramado y adobe en los pisos superiores, con dos puertas, una ancha que da a la cuadra y otra más estrecha que sube a los pisos altos. 

La Torre Campanario está alejada de la iglesia, en la Plaza Mayor. Escudo de Carlos V y una inscripción incompleta. S XVI.
 La iglesia de San Martín de Tours (siglo XVII), cobija al patrono del pueblo, San Martín (Sa Martiñu). Es la única de la comarca con tres naves. En su interior, además, cuelgan en el presbiterio las tablas del pintor Luis de Morales  originarias y procedentes del Convento de San Benito de Alcántara, el retablo mayor (s. XVIII).
Nos hospedamos en la Cara rural Antolina, si tenemos oportunidad, volveremos.

 Casa  Rural Antolina

C/La Fuente, 1
San Martín de Trevejo
Cáceres
927510529-927144018-630605371
 Edificio en el centro del pueblo, restaurado y decorado con mucho gusto, conservando fotos de época, muebles y objetos decorativos antiguos.
La zona común, una galería acristalada, decorada como toda la casa, rústica y elegante, y sobre todo con mucha limpieza. Ambiente cálido, como en casa. En invierno romántica, cálida.
Ocupamos la única suite que dispone la casa, con un salón con dos sofás muy cómodos, grandes ventanales, detalles personales que te hacen parecer que estas en un lugar familiar.
Dormitorio rústico, muy amplio, de lujo. El resto de habitaciones, en el mismo tono.
Un patio con un naranjo y un limonero, será una nota de frescura y exclusividad en verano.
La empleada, Rita, especial, con mayúsculas, desde el principio al fin.
Para el desayuno, quedamos con Rita a una hora y nos tenia todo preparado, nos ofreció huevos fritos de campo, churros hechos por ella, tostadas que no se cansaba de hacer, dulces, zumo recien hecho de naranjas caseras, café o infusiones, bizcocho. Y todo con una amabilidad y buen hacer que ha marcado un listón muy difícil de superar.
 Restaurante Los Cazadores

Avenida de Salamanca, 2 San Martín de Trevejo Cáceres 10892 
Tradición, comida casera, popular, de gran calidad, productos naturales de calidad, dos camareras amables, que responden a todas las preguntas de los turistas y dan alegría a todo el local. Cocina tradicional de la comarca, no nos ha decepcionado en absoluto. Comidas típicas. Inmejorable calidad precio.
Puedes comer de carta o menú (9 €). Comimos patatas con berzas, sabor a mi pueblo, a niñez, menestra de verduras, buenísima, cordero recental, exquisito plato donde te cae tanto chuletitas como filete de pierna, moho de bacalao, una sorpresa para sumarla al recetario particular de este que escribe. Postre como todo, hecho en casa. Volveremos.
Mejor reservar.
 Boiga de Cumias
 Calli o corchu, 13
 Sa Martin de Trevellu
 10892 Cáceres
 660299124-659277996

Ambiente rural pero limpio y decorado con gusto esta bodega de comidas
El camarero dueño y alma del local te ofrece amablemente y muy pródigamente toda clase de explicaciones sobre los platos que te ofrece.
Te recomiendo, tabla de quesos, una pasada, de gran calidad para comerla entre cuatro y quedar bien todos. Tabla de patés. Y las carnes, parrillada. Ensalada de bacalao, tipica del lugar.
Probamos también un revuelto de setas, boletus y colmenillas, no recuerdo si llevaba otra seta, en su buen punto.
El bacalao con tomate de escándalo.
Postre de chocolate.
Café de puchero. Aguardientes varios, todos exquisitos, artesanales.
Para ir con el estomago vacío.
No es barato, está de moda y lo sabe. Pero merece la pena conocerlo.
Merece la pena visitar tambien la tienda estanco que tienen mas arriba junto a Casa Antolina.

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